HIPÓLITO Y LA NADA
https://definicion.mx/la-nada/ Hipólito nada en la obscenidad de la nada misma. Tiene la corriente a favor y el oleaje que debería impulsarlo lo devuelve hasta la orilla a pesar de ser un viejo lobo de mar conocedor de la marea donde los ciudadanos comunes se ahogan todos los días. Hipólito podría estarse paseando a sus anchas en la inmensidad del océano pacífico rodeado de bellas damas y daiquiris de frutilla o haciendo filantropía barata para congraciarse con el mundo exterior y lavar su alma pecadora o dedicándose al grafiti callejero como le indicaba recurrentemente aquel sueño de niño en el que rompía lazos con su linaje milenario. A contramano de este variopinto conjunto de posibilidades, Hipólito elije enredarse en una abigarrada pecera de cristal que lo mantiene atorado entre barrotes de terciopelo e impenetrables monitores de alta definición. En dicho cubículo despiadado no abundan simpáticos pescaditos, ni torrentes liberadores ni instinto animal; allí