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Mostrando entradas de diciembre, 2012

OTRA PARADOJA NAVIDEÑA

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La medianoche me sorprendió con los ojos brillosos, el caminar tambaleante, la mano izquierda sosteniendo el vaso ya legendario. Rancherío de Villa Española, testigo incondicional de las noches de 24. Primos y tíos de sangre, corazón, alma. Otros exclusivamente de sangre, muy a pesar de los pesares. Los viejos, la hermana. Los de siempre. La verdadera familia de 4 que me tocó en suerte, y que al mismo tiempo elegí. Listo para sumergirme en los sueños que una vez descubrí en ese mostrador malviviente , engañé el estómago con una pata de pollo a la parrilla, algún que otro choripán y litros de cerveza que aún hoy repiquetean en mis entrañas. Cuetes, bulla, abrazos sentidos y fingidos. Religiosos furiosos, escépticos irremediables. También los que prefieren quedarse a mitad de camino entre Dios y el Diablo. Zurdos reventados, fachos recalcitrantes. Viejos y niños. Pureza de una criatura esperando ansiosa por Papá Noel. Arrugas marcadas a fuego por el desengaño. Peripecias que vendrán

HISTORIAS

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  La boludez somete a Gaspar. Crédulo. Iluso. Intranquilo por lo que vendrá. Similar a la quinceañera que hace su aparición ante la melodía del vals o al compadrito que en breve se transformará en compadre. Adrián, compañero de ruta y de elixir prohibido, le estampa su mirada cómplice. El hombre con nombre de rey mago agacha la cabeza, como resignado ante los nervios que agobian y reflejan la unicidad, la significancia, la vitalidad de aquel momento. Sus piernas pegan contra el respaldo de la silla gastada. Manos sudorosas, dedos repiqueteando contra el mostrador. Desfilan todas, una por una. Y al final llega ella. Ojos desencajados, llenos de lujuria, recorren con minuciosidad, tierna y perversa, las facciones del rostro tan esperado. Del cuerpo tan codiciado. Silvana sonríe y sigue de largo. Plena de interés e indiferencia. De fingidos deseos. Adrián brama por la cerveza helada. Gaspar sucumbe ante la evidencia irrefutable de su cuerpo temblando ante esos dos lagos celestes que