BORDAR LOS SUEÑOS
www.pinterest.es Moldeamos, hilvanamos, esculpimos. Con cada torbellino de ideas nos salvamos. Siempre en el límite del sinsentido, exacerbando los sentidos. Vamos y venimos. Nos arrepentimos en cada palabra emanando coloridas melodías de fuegos artesanales. Peleamos con garabatos neuróticos el hartazgo de la monocorde cotidianeidad y así corremos frenéticos en el medio de la nada sin renunciar a la posibilidad de que un algo escondido se presente deslumbrante ante el fulgor intacto de nuestros ojos. La capacidad de asombro obstinada nos perpetúa en el tiempo aunque los cuerpos finalmente yazcan en hogares de madera inanimada. Estamos perdidos en una cápsula de sueños conscientes y utopías dulcemente amargas que nos desnortean, perdiéndonos aún más en la inconmensurabilidad de estas entrañas inquietas. Aborrecemos lo vulgarmente común, el sendero correcto, las rutas que metódicamente conducen a Roma; idolatramos las cuestiones, el porqué, cómo, cuándo, la obsesión de l