NATURA CONTRACULTURA

https://www.pngwing.com/es Le llamaba “Rey Burgués” en honor a su ponderado vate nicaragüense y a un frac imaginario ornamentado con imparcialidad elocuentemente parcial. En la sección INICIO del feishbu encabeza el listado gracias a la popularidad cosechada durante años de quemadera de coco; no hay como esquivarlo o a veces pienso que yo decido a conciencia toparme con él. Cerebro pulcro y metódico, hilvanador de teorías covidianas protagonizadas por chinitos conspiradores y falseadores de números. En la nación que lo acoge (paraíso libertario y demócrata) las personas mueren en masa, pero el monarca con corona hace silencio atronador y piadoso; tan pero tan piadoso que de tanta piedad hacia sus semejantes descongela mi ternura ya petrificada por un impiadoso escepticismo. Este intelectual vivaz se niega terminantemente al mero panfleto basado en la creencia supersticiosa, la ceguera ideológica y menos aún en el fanatismo irracional que flota indecente en el basurero del mundo i

https://www.somostodosum.com.br          Sabe de sobra el minúsculo Uruguay que algunos grasunes de barrio cheto mantienen intactas, hasta cierta edad, las opciones de luchar por el reinado, competir por el pedestal y disputar las bienaventuranzas del cielo. No por grandeza innata, ni complejos de súper hombre nietzscheano, ni mucho menos por destrezas fuera de lo común; sino porque estos extrañísimos especímenes gozan de abundantes recursos materiales que a muchos les son retaceados por obra y gracia de la vagancia, del destino, del creador, del azar o de los hijos de puta; siempre dependiendo del cristal con que se mire. Sin embargo, estos ejemplares ilustres del mal agradecimiento al capital, tocados con la varita mágica de la comodidad, tiran a la marchanta sus opciones con furioso desdén. Arturo Menéndez Perkins pertenecía a este selecto grupo de hombres que habitaban Carrasco pero buscaban sus amistades en Jacinto Vera y La Comercial, que cursaban en el British Hi