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https://definicion.de/osadia/ |
Tráiganme toneladas de
argumentos indecentes que estoy hasta los huevos de la corrección en su máxima
expresión. Traigan gente que me discuta, que me pelee y que no le tenga miedo
al conflicto en la mejor de sus acepciones. Tráiganme enemigos del exceso… del
exceso de buenos modales, del exceso de “si como a los locos”, del exceso de
mansedumbre conveniente, del exceso de mermelada complaciente y del excesivo
insulso con credenciales. Tráiganme a uno, que me diga que escribo para el
ojete y me falta tomar sopa en abundancia para ser quien realmente quiero ser.
Quiero chispa, frescura, intensidad desamarrada, estructuras acribilladas,
cuadrados asesinados. Quiero un genocidio de cajitas de zapatos. Necesito
desesperadamente un genocidio de cajitas de zapatos y que me saquen de la
medianía bien pensante a la que nos sometemos como ciudadanos tipo. Porque los
ciudadanos tipo me tienen hasta la coronilla y yo, vuelvo y repito, necesito
con desesperación gente que haga por si misma, aunque lo que haga sea un
sacrilegio para los católicos, los judíos, los musulmanes, los evangélicos y
los ateos.
Necesito más tipos como el
Loco Damián; tipos a quiene
s, inevitablemente, en algún instante del dialogo,
te dan unas ganas locas de mandarlos a la mierda. Tipos intransigentemente
nobles en el debate que se entregan al cien, pese a quien le pese. Quiero a mas
Lauras y Andreas; minas con ovarios muy grandes que se hacen respetar a ellas
mismas antes que a cualquier ideología partidaria, genérica, ,
anti vacunas o pro laboratorios. Quiero respuestas de watsapp veloces y
llenitas de impronta porque no quiero darme cuenta que están en línea racionalizando como decirlo
para que no me caiga mal o, peor aún, porque no saben qué carajo decir.
Quiero gente que haga
del sarcasmo un arte, que haga chistes indecorosos, que promueva el hibrido
de la tragicomedia como terapia cotidiana. Gente que cuando al otro se le
escapa un gas o un eructo en la mesa lancen una carcajada genuina en vez de un
gesto indignado. Gente que sienta con desmesura (la única forma de sentir) y se
tire a la piscina sin saber si hay agua. Gente que escriba en modo vómito y sin
consignas. O con consignas. O como se les cante la chota. Gente que escriba con
letanías y sin pensar que eso ya paso de moda. Gente que enlentezca o acelere el
discurso las veces que lo crea conveniente. Y se coma tildes, y se coma comas,
y se cague parado en la sintaxis y en la gramática por más disgustos que ello
pueda ocasionarle a la benemérita academia de lingüistas desabridos. Gente sin
pruritos ni pudores. Atorrantes y sinvergüenzas que se jueguen la vida en cada
pelota. Atorrantes y sinvergüenzas dispuestos a Ser.
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